El Salvador: panorama general

 

El Salvador, es el país más pequeño de América Central, que ha disfrutado de un crecimiento económico moderado en las últimas décadas. El crecimiento anual del producto interno bruto (PIB) fue de un poco más del 3% tres veces entre 2000 y 2022. Sin embargo, el país ha visto una reducción significativa de la pobreza y la desigualdad.

La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto negativo significativo en la vida de las personas y los ingresos familiares. El Salvador ha implementado rápidamente medidas estrictas de contención contra el brote y el gobierno ha implementado fuertes medidas fiscales para limitar el impacto de la pandemia en los hogares y las empresas, pero la pandemia ha afectado severamente el crecimiento y probablemente afectará el 2020. El PIB del año cayó por 8,2%.

La pobreza aumentó alrededor de 5 puntos porcentuales de 2019 a 2020, pero está por debajo de los niveles previos a la pandemia en 2021, pero la economía de El Salvador crecerá un 10,3 % en el mismo año tras contraerse un 8,2 % en 2020 debido al impacto de la pandemia de COVID-19, pero se desacelerará a un 2,8 % en 2022 y alcanzará un promedio de 2,3 % en 2023. A medio plazo, se espera que el PIB se acerque al 2,1%, por encima de la media histórica, gracias al consumo privado, la inversión pública y el turismo.

Existen muchos desafíos en El Salvador, incluida la necesidad de avanzar en la reforma de la sostenibilidad fiscal. Para evitar la exageración, El Salvador requiere la consolidación fiscal para aumentar la movilización de ingresos y la eficiencia del gasto, al tiempo que protege a la economía y a los pobres. Una política fiscal sólida también ayudará a reducir el riesgo de volver a financiar El Salvador.

El Salvador también puede aumentar la inversión pública y privada, facilitar el acceso a trabajos de calidad y promover el sector privado que es más dinámico, competitivo e innovador.

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